Las enfermedades bucales deben prevenirse, no sólo en el adulto, sino también desde la primera infancia.
La aparición de la placa bacteriana se previene:
Evitando la ingestión de azúcares, sobre todos blandos y pegajosos.
Eliminando los restos de alimentos mediante el cepillado.
Aumentando la resistencia del esmalte mediante una buena alimentación, rica en proteínas, vitaminas y calcio entre otros.
Con una aporte de flúor por boca o de forma tópica.
Los dientes, una vez que han erupcionado en la cavidad bucal, son todavía estructuras inmaduras que han de continuar su proceso de mineralización.
Flúor LACER de aplicación tópica (colutorio) juega un papel decisivo en la reducción de la prevalencia de la caries en la población, sobre todo en la infantil.
La eficacia anticaries del flúor se fundamenta en cuatro acciones principales:
Aumenta la resistencia del esmalte.
Remineraliza las lesiones incipientes (mancha blanca).
Inhibe el crecimiento y metabolismo de las bacterias en la placa dental.
Retarda la formación y crecimiento de la placa.
Además, Flúor LACER Colutorio incorpora xilitol, un polialcohol natural con propiedades cariostáticas (es decir, que frena la aparición de caries) y que favorece la remineralización debido a que:
Disminuye la formación de ácido en la placa.
Reduce la cantidad y adhesividad de la placa.
Mantiene elevado el pH, tanto en la saliva como en la placa, evitando grados peligrosos de acidez.
Remineraliza las lesiones incipientes.
Flúor LACER sistémico (gotas) previene la aparición de caries en los dientes que todavía no han hecho erupción, actuando tanto sobre la dentición temporal como sobre la definitiva.